De vez en cuando salgo a la calle en un intento de desperezar mi pereza. Y casi siempre fracaso.
Me entretiene pasear sola, pensando solo en mis cosas.
En ciertos momentos creo que llego a levantar la mirada del suelo. Busco alguna cara conocida que me diga que todo saldrá bien. Pero solo veo incógnitas que no despejan ninguna de mis dudas.
A veces siento que formo parte de un lugar que no me conoce. Y al que ni siquiera yo conozco. Pero sé que pertenezco a él. Y que antes o después será especial por eso de que las personas son las que hacen a un lugar perfecto. Que no al revés. Sé lo que me digo.
Que hasta el lugar más mísero del mundo sería bonito si estuviese contigo. Pienso filosofa perdida...
Y contigo, no es más, en esta frase, que una simple palabra. Porque tú no existes. Aún no me existes. Y es por eso que empiezo a impacientarme sobre tu no existencia. Por eso, o por no saber interpretarla en caso contrario... Quién sabe si acaso no serás una de esas incógnitas que desconozco...
Para por si acaso, mientras te haces de rogar... imitaré a Billie Joe y seguiré caminando.
Ahora es evidente para el mundo que tenés al menos un lector y un seguidor. Y es evidente que al menos alguien considera que el blog vale la pena. :)
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