lunes, 26 de febrero de 2018

26/02/2108--> La sal

Una ola rompe contra la roca y se va. 
Toma aire y vuelve. Y regresa al compás.
Incansable, incesante, pule su forma de la manera más natural.
Hermoso atardecer con un fondo de sonido perpetuo. No hace falta más. 
Solo sentarse en la arena mojada, y observar. Dejarse llevar.
Que un sin fin de pensamientos inunden la mente. Y ninguno de ellos importe ya.
Porque no hay límite. No hay final. 
Solo aquel horizonte donde el cielo se funde con el mar.  
Aquí vuela una gaviota. El sol se acuesta más allá.
Sube la marea y de pronto se hace presente una soledad. 
Cierro los ojos. Respiro. Despierto. Pero ya no hay mar. 
Tan solo quedó en mi boca un lejano sabor a sal.  

"No respires la sal del mar, que ya sabes que todo engancha.
No me pidas que vuelva a hablar de la vida que pasa."


miércoles, 24 de enero de 2018

24/01/2018 ---> 22:23

La mágia existe sí.
Pero solo cuando crees en ella.

Decidí acudir a aquel sitio al que llevaba una semana entera anhelando volver. En un principio iría acompañada, pero a ultima hora mis refuerzos fueron abandonando el plan, y me vi sola con la idea de abandonar yo también.
El caso es que apenas 24 horas antes, una parte de mi se había ido para siempre, el día había sido una auténtica mierda y mi estado de ánimo andaba arrastrándose por los suelos sin saber donde parar.

Así que me dije...
- Hazlo.
Estas en la mierda, te apetece tanto ir... no importa que lo hagas sola.
Solo ve y hazlo.

Y fuí.
Y lo hice.

Me presenté allí aun dubitativa sin saber muy bien si entrar o quedarme fuera esperando a que alguien me diese un empujón.
Entonces, llegó ese alguien y me empujó.
Me invitó a pasar.
Me negué.
Insistió.
Acepté.

Apenas estuve media hora deslizándome por el hielo cuando vi que aquello no tenía sentido estando sola. No podía disfrutar de nada. Y puse fin.

- ¿Tan pronto?
- Sola no es igual.
- Al menos te deja tiempo para pensar.

Si hubiese sabido que lo que menos quería en ese momento era pensar...

Caminé de vuelta a casa.
Como siempre, aquella luz verde en la esquina marcaba la hora. Siempre tan puntual. Tan llamativa.
Levanté la vista y reconocí la hora.
Eran las 22:22.
Pensé que sería mucha casualidad que volviese a pasar.
Que la siguiente vez que apareciese la hora fuesen las 22:23.
Y de pronto... 22:23.
Como ya pasara un día cualquiera de vuelta a casa.
Cuando dije qué curiosa era esa hora y al instante cambió. 

Ya no sé si estoy perdiendo la cabeza o esta se quiere ir de una vez por todas de mí.
Pero ahora cualquier detalle me parece maravilloso.
La magia está ahí.
Solo hay que saber prestarla atención cuando llega.
Y disfrutarla después. 

martes, 23 de enero de 2018

Ara 22/01/2018


Una vez leí que las palabras son escasas para expresar la inmensidad de los sentimientos. Me gustó esa frase y la marqué con lapiz sobre el papel de aquel libro que sin saberlo todavía, se convertíria en uno de mis favoritos.
Así es como funciona.
No sabes que estás viviendo el mejor momento de tu vida hasta que éste acaba.
Y entonces un día, inevitablemente, acaba.
Y te encuentras delante del portátil, con los ojos empañados en lágrimas, tratando de explicar de la mejor manera posible todo lo que han significado estos meses, con la sensación de que nada de lo que escribas estará a la altura de lo vivido.

Hoy te marchaste para siempre.
Te despedimos en la estación con los sentimientos a flor de piel. Jamás había tenido antes la sensación de perder a alguien de verdad.
Caminamos hacia casa sin saber muy bien que decir. Inconscientemente todo me recordaba a ti, y hacia apenas unos minutos que te habías ido.
Vale trató durante todo el camino de tener conversación, de mantener la mente ocupada para no estar tristes. Pero se me hacía inevitable no pasar por las calles y recordar momentos en los que tú sí estabas.
Cada calle de aquí tiene ahora algo de ti.
Y eso es maravilloso.

Te voy a extrañar mucho. Tu sonrisa, tu forma de contagiarla, su positivismo.
La manera en que me asustabas recién había entrado en la casa con tu portentosa manera de abrir la puerta de tu cuarto.
O cada vez que estaba comiendo en el salon saber que en cualquier momento aparecería medio cuerpo tuyo por la puerta y dijese de esa manera tan peculiar un "hola" precediendo a mi nombre.
Tus "te lo voy a devolver" cada vez que te hacía rabiar pegándote.
Nuestros paseos nocturnos por esta ciudad a la que ahora aprecio por lo que en ella viví. Así como los interminables dialogos en cualquiera de nuestros cuartos.
Jamás olvidaré tu cara de pánico cuando caí al hielo tratando de ganarte en una carrera inventada.
Y las risas de después. Sobre todo las risas.
Porque todos nuestros momentos fueron increiblemente buenos.
Los partidos de "nuestro" equipo de fútbol.
Aquella maravillosa visita a Salamanca...
Las quedadas con Fer y Vale en nuestra casa para cenar pizza. También Andrea.
Las salidas de fiesta.
Tus canciones, las mías. 
Repetirte hasta cansarte cuánto me gusta Joey...
Tantas cosas...
Hasta en los peores momentos sabíamos sacar el lado bueno, como cuando casi vomitamos en el salon por tú ya sabes qué.
Porque subir las escaleras hasta un cuarto piso a altas horas de la madrugada se llevaba mejor si al lado tenia a alguien con quien poder quejarme.
Nuestras charlas sinceras en las que descubrimos que eramos almas gemelas viviendo en dos puntas del mundo bien distintas.
Tu forma de asegurarme que la suerte existe, y la magia también, tu insistencia en que yo también debía de creer.

He de decir que sigo siendo la misma persona racional que conociste, aunque ahora también le hago hueco a la magia.
Quedó demostrado el último día cuando completamente por azar volvimos a coincidir en la cafetería de la residencia de Vale. No podía creer que una serie de sucesos nos llevasen a las cuatro al mismo punto, justo ese último día.
Realmente estabamos conectadas.
Si eso no es magia, entonces no he aprendido nada.

Estoy triste porque te fuiste.
Valoro todo lo que hemos compartido en este pequeño periodo de tiempo, pero eso me hace estar aún más triste. La idea de que a pesar de que mantengamos el contacto, nada será igual, es algo recurrente que hace que se me llenen los ojos de lágrimas.
No puedo evitar a la vez sentirme mal por la cantidad de veces que decidí no participar en los planes que ideabas. No sabes cómo me arrepiento de no haber compartido aún más momentos contigo.
Pero supongo que eso forma parte del aprendizaje.
Porque sin duda que algo aprendí de todo esto. Y es que el tiempo pasa muy rápido y no perdona. Las cosas se han de hacer ahora. No existe otro momento.

Siento no haber estado a la altura aquella última noche en la cena de despedida en nuestra casa. Me hubiese gustado decirte tantas cosas... Pero ya sabes cómo soy. Mi cabeza trata de huir de todo lo que sea sentir... y fui incapaz de dedicarte las palabras que merecías oír


Y ya solo me queda desearte lo mejor en tu vuelta. Cumple tus sueños, cualquier cosa por inverosímil que sea, pero que te haga feliz.
¿Acaso no es esa la conclusión a la que habíamos llegado?
Sigue con tus locuras, no dejes nunca de hacerlas.
El mundo es de los locos que creen, mientras los nadies se desvanecen. 


Así que sí. Lo repito.
Que una vez leí que las palabras son escasas para expresar la inmensidad de los sentimientos. Son escasas y apenas dicen nada.
Cómo me gustó esa frase.
La marqué con lapiz sobre el papel de aquel libro que sin saberlo todavía, se convertíria en uno de mis favoritos.
Así es como funciona.
¿No?
No sabes que estás viviendo el mejor momento de tu vida hasta que éste acaba.

Gracias por crear y formar parte de uno de los momentos más importantes de mi vida.

"Y se fué. 
Como pescado en el mar.
Y yo sentado y en la arena, el viento que pega, la ola lo vuelve a llevar"

domingo, 29 de octubre de 2017

5k y un abrazo.


5K por delante.

<< ¿A qué hora empieza? >>
<< ¿Los patinadores no deberían salir por delante? >>

Lógica aplastante.
Como la de que el running y salir a correr no son la misma cosa.
Afirmaste que el dinero marcaba su diferencia.
Y la sentí una idea tan mía... tan propia de mí...

Así que allí estábamos.
Dos completos desconocidos conectados por la misma afición.
Dos personas que salen a correr entre una marea de 44.998

<< ¿Sueles correr mucho? >>
<< Es mi primera carrera >>
<< Puedes ir conmigo, no voy rapido. O lo mismo eres tú quien me deja atrás >>

Y no. No nos dejamos atrás. Hicimos todo el recorrido a la par. Sin apenas hablar. Con la voz entrecortada las pocas veces que lo intentamos.
Pero era reconfortante.
Saberte acompañada en cada momento.
Como cuando no necesitas que alguien te diga nada porque simplemente sabes que está ahí contigo. Así cumplimos el recorrido. Algo más de 31 minutos de presencia plena.
Del aquí.
Del ahora.
Del este momento.
De ver la cara de aquellas personas que se esperaban.
Que miraban de soslayo si sus acompañantes seguían sus pasos, y frenaban si era el caso.

<< Ya no queda nada >>

Y nada quedaba ya. 

Quise acelerar, pero tampoco tenía motivo ninguno para querer hacerlo.
Quería entrar con esa persona a meta. E intuyo que por su mente pasó lo mismo.
Así que cruzamos esa maldita línea que puso fin.

La cruzamos y solo me salió querer chocar las manos con aquel desconocido en un acto de complicidad. De querer decir que lo conseguimos.
Juntos.
Pero la suya fue a más y se acercó para abrazarme. Sentí el sudor frío de su cara. Y una satisfación enorme por el esfuerzo y por el momento que me acababa de regalar aquel chico aquel día tan especial para mí.

<< Enhorabuena >>
<< Gracias e igual >>
<< Me tengo que ir. Espero que todo te vaya muy bien >>
<< Igualmente. Un placer >>

Y acabó.
Como acaban las cosas más reales.
La vida, las pesonas... pasan.
Quedan luego los recuerdos y las emociones vividas.

Algo más de 31 minutos de irrealidad.
Algo más de 31 minutos de estar sin estar.

Y aquel abrazo sincero de felicidad.

Dedicado a J.C. 
Gracias por esos 31 minutos de compañía.

domingo, 16 de abril de 2017

16/04/2017--> Huir


En que momento has vuelto a sentirte minúscula.
Piénsalo y abre los ojos.
Qué tienen todas esas situaciones.
Cuál es el denominador común.
...
Ya lo has identificado.
No eres tonta.
Vale.
...
Pues entonces ya sabes qué hacer.
HUYE.
A veces es necesario.
No es cobardía, te lo aseguro.
Mereces volver a sentir que estas viva.
Coge la primera opción, el primer autobús, tren o vuelo.
Y vuela.
...
Si la libertad que ansias no está en el lugar en el que te levantas cada mañana, entonces, habrá que salir a buscarla.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

16/11/2016--> Que brille esa luz


Cinco meses han bastado.
Sola.
Complacientemente sola.

Hace tiempo que no escribo y apenas soy capaz de reflejar algo que tenga algún sentido para alguien que no sea yo.
Pero en estas lineas está recogida la clave de lo que ahora soy.
He estado en, posiblemente, uno de los momentos más bajos de mi vida. Y ahora entiendo que gracias a haber pasado por ahí, aprecio mucho más todo lo que me rodea.

Ya no me ahogo cada vez que pienso en mi futuro.
Ni se derraman lágrimas de mis ojos cuando es el pasado el que viene a atormentarme.
Ahora me ocupo.
No me preocupo.
Disfruto del libro que tengo entre las manos.
Exprimo mi cuerpo para no darle tanto margen al reloj...
Y me siento increiblemente bien. 

Ser más fuerte, más agil, más veloz.
Cambiar para no cambiar.

Y que brille esa luz. 

jueves, 31 de diciembre de 2015

31/12/2015--> (No) Waiting for my real life to begin

Si algo he aprendido durante este final de año, es que no hay nada por lo que valga la pena esperar tanto tiempo.
Esperar a que cambie una determinada situación para empezar tu verdadera vida, es un grandísimo error.

Y me digo:
El momento es ahora.
Si quieres algo, ve a por ello ya.
Crea tú la situación.
Pero de verdad, no esperes que llegue solo.
No esperes a que comience tu nueva vida.
Empiézala a vivir sin más.





Any minute now, my ship is coming in
I'll keep checking the horizon
And I'll stand on the bow
And feel the waves come crashing
Come crashing down, down, down on me
And you said,"Be still, my love
Open up your heart
Let the light shine in"
Don't you understand?
I already have a plan
I'm waiting for my real life to begin
When I awoke today suddenly nothing happened
But in my dreams I slew the dragon
And down this beaten path
And up this cobbled lane
I'm walking in my own footsteps once again
And you say,"Just be here now
Forget about the past
Your mask is wearing thin"
Let me throw one more dice
I know that I can win
I'm waiting for my real life to begin
Any minute now my ship is coming in
I'll keep checking the horizon
And I'll check my machine
There's sure to be that call
It's gonna happen soon, soon, oh so very soon
It's just that times are lean
And you say,"Be still, my love
Open up your heart
Let the light shine in"
Don't you understand?
I already have a plan
I'm waiting for my real life to begin

On a clear day
I can see, see for a long way