Pasó detrás de mí como si nada.
En otra ocasión se hubiera detenido,
me habría rodeado con su brazo,
y a la vez preguntado qué tal marchaba todo.
Sé que hubiese buscado cualquier excusa,
con la simple finalidad de dirigirme la palabra,
y decirme de ir a tomar algún café a la tarde,
o tal vez un helado a la plaza.
Pero en esta ocasión pasó detrás de mí como si nada.
Y recordé aquellas innumerables ocasiones,
en las que yo también pasé detrás de él como si nada.
Evitando cualquier cruce de miradas,
a sabiendas que todo que lo que quedaba por venir,
no serían más que malas caras.
Y todo ello se nos vino grande poco a poco,
y no supimos echarle ganas,
él por falta de valor al encarar las cosas,
yo, por saberme capaz de agrandar la llaga.
Por eso, hoy, pasó detrás de mí como si nada.
Por eso, hoy, pasó detrás de mí como si nada.
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